Los sueños no deben ser ignorados. No podemos permitir que nadie nos convenza de que nuestros sueños no valen la pena. Si ahora es difícil, si no es posible realizarlos a corto plazo, no te preocupes, ya llegará el momento. Mientras tanto, aliméntalo, engórdalo, dale energía y ves aproximandote lo que puedas a él.
Los sueños son un aporte de energía del que nos alimentamos cuando recurrimos a ellos para sobrellevar los momentos difíciles. Muchas de nuestras aflicciones, de nuestra falta de energía, incluso de nuestras enfermedades provienen de no tener un motor en la vida, ya que somatizamos la renuncia a nuestros sueños.
Decía Tagore:
"La libertad de la semilla reside en la realización de su naturaleza y de su destino, que es llegar a ser un árbol, para ella la no realización es una prisión"
El precio que se paga por no conectarse y perseguir los sueños es grande, y no solo lo pagas tú, sino todo tu entorno. Porque te lleva a la frustración y a la ira.
Decía Shakespeare:
"Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto".
Pero el sueño se ha de materializar, debemos pasar a la acción porque un sueño sin acción se transforma en una ensoñación.
Para que nuestro sueño se materialice necesitamos:
1- Que sea realista y creer que es posible: No todos los sueños se pueden convertir en realidad. Si vemos que va mas allá del terreno de lo posible, tendremos que buscar otro. A veces no tenemos todas las condiciones para poder concretarlos en ese momento. Pero si el sueño vale la pena, si es vital y no mental, entonces deberemos ser pacientes y esperar el momento. Si no creemos en que podemos lograrlo, probablemente nunca lo comencemos. Y si lo hacemos, nos detendremos ante la primera señal de fracaso.
2- Visualizarlo: Visualiza tu meta ya alcanzada. Esto nos permite experimentar la sensación de realización, alegría y logro. Mantendrá nuestra motivación y nuestra convicción de que está a nuestro alcance.
3- Trazar una meta específica para llegar: Desde el punto en el que te encuentras ahora, en estos momentos, hasta donde quieres llegar, con los elementos y herramientas que tienes a tu alcance. Una vez establecida la meta general deberás ir concretando y trazando un plan para alcanzarla.
4. Divide tu meta en objetivos: Esto ayudará a que su cumplimiento sea más fácil. Nos ponemos en la vida metan tan a largo plazo que, en muchas ocasiones, terminamos dispersándonos y llega la desmotivación. La clave es dividirla en pequeños pasos.
Comparto una reflexión de Paulo Coelho, para motivarnos a dar el primer paso en pos de nuestros sueños:
"El peor de todos los pasos es el primero. Cuando estamos listos para una decisión importante, todas las fuerzas se concentran para evitar que sigamos adelante. Ya estamos acostumbrados a esto. Es una vieja ley de la física: romper la inercia es difícil.
Como no podemos cambiar la física, concentremos la energía extra así conseguiremos dar el primer paso. Después, el camino mismo ayuda."
¡Adelante!
💜
Muy buen artículo. A por nuestros sueños!!!!
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